
Cuidados de las orquídeas
Contar con todos los productos necesarios para los cuidados de las orquídeas es imprescindible si buscamos que nos duren durante muchos años. Muchas personas que compran este tipo de flores por su belleza pero sin tener conocimientos sobre cuáles son sus necesidades se encuentran con que su orquídea se les muere a las pocas semanas. Por eso, queremos hacer hincapié en la importancia adquirir todos los productos necesarios para mirar y cuidar a estas plantas que tanto nos gustan.
En Orquídeas Baratas podrás encontrar todos los productos imprescindibles para el cuidado de las orquídeas como sustratos, productos para el riego y abonos, además de semillas para que puedas empezar a cultivar tus propias orquídeas y macetas de diferentes tipos para cuando sea necesario trasplantarlas. Además de nuestros cursos para aprender todo sobre el maravilloso mundo de las orquídeas.
Con nuestra selección de materiales, productos y accesorios específicamente pensados para el cultivo de estas plantas podrás cuidarlas cómo se merecen, evitando que sufran y logrando que florezcan cada año. ¡Encuentra todo lo que necesitas para empezar a cultivar tus orquídeas en casa ya!
¿Cómo cuidar orquídeas en casa?
Existe un mito bastante extendido de que cultivar orquídeas en casa es muy difícil. Sin embargo, cualquiera puede hacerse de ellas sin problemas si conoce cuáles son los cuidados que precisan. Generalmente el único problema que tienen algunas personas con este tipo de plantas es que desconocen sus características y necesidades. Pero, una vez que se tienen claros los conceptos básicos y se cuenta con los productos necesarios podemos lograr que acaben floreciendo varias veces al año.
Lo más importante a tener en cuenta es que estamos ante unas plantas que provienen en la mayoría de los casos de climas tropicales por lo que, para evitar que estas acaben sufriendo y muriendo, tan solo tenemos que centrarnos en reproducir las condiciones del hábitat en el que crecen de forma natural. Para ello, podemos utilizar productos específicos que nos ayuden a recrear la iluminación, temperatura o riego de las zonas en las que crecen como plantas epífitas.
Aspectos básicos para un cuidado correcto de las orquídeas
Para cuidar nuestras orquídeas correctamente tendremos que recrear las condiciones de vida que se dan en su ambiente natural. Sus necesidades variarán ligeramente en función de la especie que tengamos en casa aunque, al ser en su mayoría plantas tropicales comparten muchos aspectos clave en sus cuidados.
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Iluminación:
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Agua:
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Temperatura:
- Orquídeas con origen en zonas de temperatura cálida: No se deben colocar en espacios que bajen de una temperatura de 16ºC. Entre el día y la noche deberíamos mantener una diferencia de 4ªC.
- Orquídeas con origen en zonas templadas: la temperatura no debe bajar de 12ºC, ni siquiera en invierno. La variación entre el día y la noche ha de ser de unos 6ªC.
- Orquídeas con origen en zonas más frías: Toleran temperaturas de hasta 8ºC. Mientras, entre el día y la noche debería de haber una diferencia de unos 8ªC.
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Ventilación:
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Sustrato:
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Fertilizantes:
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Varas:
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Trasplantes:
Por norma general, como prácticamente todas las plantas, las orquídeas necesitan luz para prosperar. Sin embargo, la mayoría de ellas no soportan el sol directo; a excepción de contadas variedades como la Vanda y Cymbidium que sí pueden exponerse a la luz directa del sol evitando las horas centrales del día.
La falta de iluminación es un gran problema para las orquídeas porque limitará su crecimiento y floración. Por ello, si no se cuenta con la luz necesaria será obligatorio recurrir a fuentes artificiales.
El riego es uno de los aspectos más importantes y delicados el cuidado de las orquídeas. En primer lugar porque tendremos que vigilar que el agua utilizada sea pobre en sal y blanda, lo que hace que en la mayoría de ubicaciones debamos prescindir del agua del grifo ya que esta suele contener sales diluidas que perjudican al crecimiento y floración de la planta.
Lo más recomendable para tus orquídeas es utilizar agua de lluvia o agua embotellada baja en sales minerales y, bajo ningún concepto, utilizar agua destilada.
El riego ha de ser abundante pero ha de evitarse encharcar las raíces, utilizando siempre agua a temperatura ambiente y procurando no mojar las flores para evitar la aparición de manchas. También podemos recurrir de vez en cuando al riego por inmersión para que las raíces absorban todo el agua que necesitan.
Las orquídeas se dividen en tres tipos según sus necesidades climáticas, distinguiendo entre:
Las orquídeas necesitan aire fresco por lo que tenemos que asegurarnos de que estén en una habitación ventilada. Aunque, es importante tener en cuenta que no deben de ser expuestas al aire frío en invierno
La renovación de aire es esencial para prevenir la aparición de enfermedades, especialmente todas aquellas causadas por hongos.
Es esencial saber que nunca debemos utilizar tierra normal de jardinería para nuestras orquídeas sino sustratos especiales. Aunque encontraremos diferentes tipos para cubrir las necesidades especiales de nuestra planta todos cumplen con funciones esenciales para el desarrollo de nuestra orquídea. Por un lado facilitan su drenaje y, por el otro, recrean su hábitat natural. Además, ayudan a conservar el agua y los nutrientes; manteniendo las condiciones óptimas para la planta.
Los fertilizantes deben aplicarse en época de crecimiento para ayudar a que nuestras orquídeas crezcan sanas y fuertes. El fertilizante se puede administrar de dos formas, ya sea a través del riego con productos especialmente enfocados a tal fin o a través de abonos foliares, que son absorbidos por las orquídeas a través de las hojas.
Cuando las orquídeas han acabado su ciclo de floración se les pueden contar sus varas para que vuelvan a florecer. Para cortarlas solo tienes que contar desde el principio de la vara tres nudos hacia arriba y córtala entre el tercero y el cuarto. Haz siempre un corte en diagonal, limpio y en medio de los dos nudos para evitar que la vara floral se seque y estimular el crecimiento de una nueva.
Las orquídeas no suelen necesitar cambios de maceta a menudo. Sin embargo, sí que es recomendable renovar de vez en cuando su sustrato para que las raíces respiren y puedan secarse de forma uniforme. Deberemos de realizar estar tarea al menos una vez al año o cómo mínimo cada dos. Por supuesto, debemos cambiar el sustrato si observamos hongos, podredumbre o cualquier otra señal de alarma.
Por otro lado, será necesario cambiar nuestra orquídea a una maceta más grande si observamos que sus raíces se salen literalmente de la maceta actual.